Las últimas semanas
Pasados los primeros dias con algún que otro contratiempo, la verdad es que me he acostumbrado a su presencia.
El primer fin de semana, vino a verme Lucía, y le dije a Marcianito que se escondiese en el cuarto de la plancha. No le hizo mucha gracia, pero accedió. Cuando estaba con Lucía viendo una película, empezamos a oir ruidos extraños. Ella se asustó. Entré a ver que pasaba y me lo encontré en el techo pintando.
-Voy a pintártelo, hace meses que lo tenías que haber hecho tu
-Podías hacer menos ruido, nos estás asustando.
-Lo intentaré, pero no prometo nada.
Al salir le dije a Lucía que era el gato del vecino que se había colado. Se tranquilizó. Cuando ella se marchó entré a ver como había quedado. Lo había pintado de color morado y verde.
-Es el color de la suerte en mi planeta.
-¿Y cual es tu planeta? - le pregunté.
Me dijo un nombre que no fuí capaz de memorizar, larguísimo y con extraños sonidos que no había oido nunca.
-¿Me lo puedes repetir?
-Yo no repito nunca las cosas. Lo tengo prohibido.
-Entonces te llamaré Marcianito
-Como quieras...
Esa noche le invité a una pizza 4 quesos.