El bosque
El sábado Marcianito, se empeñó en que quería conocer un bosque.
Lo saqué por el ascensor hasta el garaje. Lo tapé un poco con unas mantas y hasta que no estuvimos lejos, no le dejé que se asomara. Llegamos a un bosque.
-¿Esto es? , me lo imaginaba mas grande. En las fotos que he visto de tu planeta son gigantescos.
-Verías alguno del Amazonas, y desde el aire. Siempre impresiona mas.
-Pues vamos a ese Amazonas.
-Está muy lejos, no podemos ir en coche.
Y dicho esto, me cogió con sus brazos y salimos volando hacia el cielo, sus orejas desplegaron como 2 alas cada una, y por sus pies salía un humo blanco. Consultaba continuamente el dorso de su mano, y cuando me quise dar cuenta ya estábamos cruzando el océano, directos a la selva Amazónica. Llegamos en menos de 5 minutos.
-Esto si que es lo que yo quería. Quiero tres árboles de estos
Aterrizamos, y con un movimiento rápido sacó una especie de pistola, apuntó hacia uno de los árboles y este se redujo hasta tener un tamaño de unos 3 cm. Lo repitió con 2 árboles mas. Se los echó a la mochila que habíamos cogido, y salimos de nuevo.
Esta vez el viaje se me hizo mas corto. Me dejó dónde estaba el coche y me advirtió:
-Yo ahora me marcho a mi planeta a llevar estos ejemplares. Tu vete a casa, y prepárame una ensalada de arroz. Llegaré a la hora del concurso de disfraces para gatos.
Y aqui estoy esperándole. Solo faltan 5 minutos para que empiece el concurso. Pero seguro que llega, es muy puntual.